Tomado de: Movimiento Manuela Ramos

Foto: Manuela Ramos
TAMBIÉN SON VÍCTIMAS: Cuando un FEMINICIDIO ocurre quedan hijos, hijas, padres, madres, hermanas, hermanos…toda una familia psicológicamente afectada por la pérdida de la mujer asesinada. Muchas veces también afectada en su sostenimiento, en su derecho a la educación, en sus necesidades básicas.
Un feminicidio crea una FAMILIA afectada. Y todos sus miembros necesitan atención. Tanto las madres y padres que afrontan severos cuadros de depresión como los hijos e hijas que necesitan subsistir, estudiar, ser atendidos en su salud. En algunos casos hay hermanas, hermanos menores, abuelos y abuelas que también necesitan terapia psicológica y apoyo.
El Estado tiene que encontrar la forma de ayudar en forma integral a estas familias. A todas.
Quienes conforman estas familias alzan hoy su voz en demanda de esa atención, y de justicia. Lo exigen, lo gritan a toda voz porque lo necesitan. No volverán a ser invisibles.